Por Arturo Ariño, del equipo investigador de LIFE+RESPIRA

Nuestro proyecto LIFE+RESPIRA ha sido presentado en Roma, dentro de la reunión de EUDAT. Significa que nos hemos vuelto más visibles en Europa, y deberemos estar a la altura,
EUDAT es el resultado de conectar 35 grandes infraestructuras europeas que generan o mueven datos a una escala masiva: Por ejemplo, los servicios que hacen los modelos climáticos o los centros de supercomputadores. España tiene una única infraestructura en el consorcio: El Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC.CNS).
Recientemente EUDAT ofreció a la comunidad científica la posibilidad de solicitar ayuda para proyectos individuales que sirvieran como "banco de pruebas" para algunos de sus servicios, como el almacenamiento a largo plazo, el acceso a los modelos o el flujo de datos hacia los supercomputadores. De todos los proyectos presentados, se seleccionaron siete para cada una de cuatro áreas temáticas. LIFE+RESPIRA fue uno de ellos, en el área de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente.
Nuestro pequeño proyecto de una ciudad y un puñado de entusiastas voluntarios comparte ahora mesa, entre otros, con ICOS, el Observatorio Europeo del Carbono (9 países con 95 estaciones de control de la atmósfera), o con LTER, la Red Europea de Investigación Ecológica a Largo Plazo (25 países, 500 estaciones experimentales.)
Durante la reunión hemos presentado el proyecto, los datos que esperamos generar y, lo que es más importante, cómo queremos hacer utilizables por todo el mundo (otros investigadores, nuestros conciudadanos, y el público en general) esos datos y esos resultados. Aquí es donde EUDAT quiere ayudarnos: El objetivo es que los datos que recogemos puedan ser procesados por quien los necesite para otras investigaciones, y garantizar que los resultados estén siempre a disposición de quien los quiera.
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Por Jesús Miguel Santamaría
Catedrático de la Universidad de Navarra y director del proyecto Life+Respira

Estos días estamos disfrutando en Pamplona, y en otras zonas de España, de unas temperaturas muy agradables, que son consecuencia de una situación anticiclónica que afecta a buena parte del país. Sin embargo, a pesar de esta sensación de confort, la estabilidad térmica repercute negativamente en la calidad del aire, favoreciendo la formación de inversiones térmicas que dificultan la dispersión de los contaminantes.
En consecuencia, en varias de las estaciones de vigilancia de la calidad del aire de la Comunidad Foral se están superando estos días los límites fijados para algunos contaminantes atmosféricos, como las partículas de tamaño inferior a 10 micras (PM10), que no deben superar los 50 mg m-3 diarios. En Pamplona este nivel no suele superarse más de tres veces al año, un valor muy inferior al de ciudades como Madrid o Barcelona, donde suele sobrepasarse hasta 15 veces por año. En cualquier caso, incluso en estas grandes ciudades, los registros suelen estar por debajo del límite legal, que establece que estos niveles no han de superarse anualmente más de 35 veces.
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