La percepción social de la contaminación en Pamplona
Roser Sala, pertenece al equipo del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) que participa en LIFE+RESPIRA. Recientemente han realizado un estudio dentro del proyecto sobre la percepción social de la contaminación en Pamplona. Nos lo cuenta esta entrevista.
- Siendo la contaminación uno de los problemas más importantes para la salud de los ciudadanos europeos, ¿son los mismos conscientes de ello?
Sí, en general hay una conciencia mayoritaria del problema y los ciudadanos le asocian cierto grado de severidad. En el estudio encontramos que 9 de cada 10 participantes ha oído hablar de los efectos negativos de la contaminación para la salud de los individuos. Además los participantes tienden a reportar creencias de severidad bastante elevadas: 4 de cada 10 participantes cree que estos efectos son graves y 5 de cada 10 cree que son medios. No obstante estos efectos se perciben a medio o largo plazo: 5 de cada 10 piensa que los efectos son a medio plazo y otros 5 cree que son a largo plazo.
A pesar de la atribución de cierta severidad, los niveles de preocupación que tienen los ciudadanos en su día por este problema ambiental son más bien bajos, menos de 1 de cada 10 ciudadanos admite estar realmente preocupado por esto. Los niveles de atención a la calidad del aire también son bajos: la mayoría de los participantes en el estudio afirmaron no prestar atención a la calidad del aire al salir de casa o del trabajo, tan solo 2 de cada 10 participantes afirman prestar atención a la contaminación habitualmente.
- ¿Ha habido algún resultado que os haya sorprendido y a que priori no era esperado?
En Pamplona parece existir menor percepción del riesgo (menos creencias de severidad y peligrosidad), menor preocupación y menos emociones negativas debidas a la contaminación que en el resto de ciudades estudiadas (Madrid, Barcelona, Zaragoza y La Coruña). Estos resultados podrían ser debidos a que es una ciudad menos contaminada.
Lo que hemos visto es que en general Barcelona y Madrid comparten unos patrones de percepción mientras que La Coruña, Zaragoza y Pamplona formarían otro “clúster”. Por tanto, podríamos decir que en buena medida la percepción subjetiva de la calidad del aire se asocia con el contexto de evaluación y con los niveles de contaminación existentes en cada ciudad.
- ¿Habéis detectado en qué medida la ciudadanía conoce que puede exigir información y medidas a las administraciones públicas para combatir este problema?
Los niveles auto-reportades de información en relación a la calidad del aire son muy bajos. Alrededor de un 92% de los participantes de Pamplona afirma no haber buscado nunca información sobre los niveles de calidad del aire de su ciudad y un 88% reporta no haber consultado nunca el índice de calidad del aire de los servicios del Ayuntamiento. Solo un 55% declara conocer la existencia de avisos y alertas de superación de niveles.
- ¿Cuáles son las medidas que identifican los ciudadanos para combatir la contaminación?
En nuestro estudio diferenciamos entre acciones de auto-protección (como permanecer en casa o evitar realizar ejercicio al aire libre) y acciones de reducción (como evitar usar el coche particular).
En cuanto a las primeras, los ciudadanos de Pamplona sienten baja autoeficacia a la hora de protegerse de la contaminación. Solo 3 de cada 10 participantes afirma conocer alguna acción que puede realizar en su día a día para reducir su exposición a la contaminación. Algunas de las medidas mencionadas espontáneamente en este sentido son evitar zonas de tráfico denso, utilizar mascarillas o estar en contacto con la naturaleza. No obstante, muy pocos participantes reportan realizar estas acciones. Por ejemplo, muy pocos (alrededor del 5%) admiten cambiar sus actividades de ocio debido a la contaminación, evitar hacer ejercicio físico o permanecer en casa. La conducta de protección más realizada por los ciudadanos es no abrir las ventanas para protegerse de la contaminación (9%).
En relación a las acciones de reducción, los ciudadanos muestran mayor familiaridad con conductas como “evitar el coche” e “ir en bicicleta”. Sin embargo, muy pocos declaran llevar a cabo estas acciones en su día a día para combatir la contaminación. En concreto, un 12% de los ciudadanos de Pamplona declara no usar el coche para reducir la contaminación. Aún así, este porcentaje se sitúa ligeramente por encima de los hallados en Madrid, Barcelona, Zaragoza y La Coruña (entre un 8 y un 10%).